¿Cómo de largas son las palabras de la lengua italiana? Si le preguntas a un italiano cual es la palabra más larga del diccionario, su respuesta será, casi seguro, “precipitevolissimevolmente”. El superlativo del adverbio “precipitevolmente” se compone, de veintiséis letras. Se trata de un término que pertenece a la terminología no científica y que indica una forma de actuar “bastante precipitada”.
Un tal Francesco Moneti fue él que introdujo este término, y que a lo largo del siglo XVII escribió una obra con un título particular, Cortona convertita.
Aunque sea un caso original, que no respeta las convenciones de la gramática, nuestro precipitevolissimevolmente pertenece a la familia de los superlativos. Cabe señalar que en italiano, los superlativos de los adverbios que terminan en “–mente” se forman añadiéndole al superlativo del adjetivo femenino un sufijo, “-mente”. En este caso, el superlativo del que estamos hablando, se presenta sin duda como precipitevolissimevolmente, porque se construye a partir del adjetivo femenino precipitevolissima. La intención de Francesco Moneti, padre lingüístico de esta palabra, era construir un término que fuese un endecasílabo por sí mismo. De hecho, la forma correcta no tendría el número de sílabas que él deseaba.
Ya hace tiempo que Moneti introdujo la “kilométrica” palabra, hoy en día el término más largo del diccionario italiano es sin embargo un neologismo, “psiconeuroenocrinoimmunologia”, con sus treinta letras y trece sílabas. Abreviada en las siglas PNEI, esta expresión se refiere a una disciplina que estudia el funcionamiento del sistema nervioso, inmunitario y endócrino.
Siempre en el ámbito de la terminología médica, “esofagodermatodigiunoplastica”, con sus veintinueve letras es una de las palabras más largas de la lengua italiana. Se trata de una intervención quirúrgica que afecta al aparato digestivo y que pertenece al campo de la cirugía plástica.
Por otro lado, otra curiosidad proviene de la familia de las palabras compuestas, de las cuales la más larga sería un término de geometría: “pentagonododecaedrico-tetraedrico”, con sus treinta y dos letras, mientras “aerotermoviscoelasticità” posee veinticuatro. ¡Traten de pronunciarlas seguidas!
“Schecchereccherebbe”, sin embargo, sería la palabra mono vocálica más larga con sus diecinueve letras y un conjunto único de seis vocales “e”. Podría resultar fácil adivinar que se trata de un término que evoca el estruendo onomatopéyico de aves.
¿Quién no conoce la película de los años ’60 titulada “Mary Poppins”?
“Supercalifragilistichespiralitoso” es una expresión de treinta y cuatro letras, que la protagonista utiliza durante la escena siguiente a la carrera de caballos. Rodeada por una multitud de periodistas, Mary Poppins afirma que la única expresión capaz de manifestar su felicidad es, precisamente, “supercalifragilistichespiralitoso” que, más tarde, se convirtió en la expresión más famosa del mundo de Walt Disney, aún sin tener un significado real.
“Supercalifragilisticexpialidocious” es la expresión original, de la cual deriva la traducción italiana: se trata de una canción escrita por Richard M. y Robert B. Sherman, cantada en italiano por Tina Centi, Rita Pavona y Nancy Cuomo. Precisamente estos hermanos inventaron la palabra, combinando unos términos conocidos en el lenguaje de esa época: “super” significa “encima”, “cali”, “belleza”, “fragilistic”, “frágil, delicado”, “expiali”, “pagar un alto precio” y docious, “que puede ser enseñado”. Entonces, el significado global de sus partes sería “pagar un alto precio por la posibilidad de enseñar a través de la delicada belleza”.
En esa famosa película que ganó cinco premios Oscar, entre ellos uno a la mejor canción y banda sonora, “Supercalifragilistichespiralidoso” es una especie de fórmula mágica que se utiliza en las situaciones más absurdas y difíciles. La palabra no tiene sentido, una construcción artificial y de fantasía, que es tan eficaz, curiosa y divertida, que se queda en la memoria de todo el mundo.