Entre los monumentos más importantes de la historia de Roma se encuentran la Columna de Trajano y el Arco de Constantino. Aunque siempre bajo los ojos de todos, tomando parte de la estructura urbana, visibles incluso simplemente caminando en el centro, puede que no siempre sea tan sencillo de entender su valor simbólico. Se trata de monumentos riquísimos en símbolos y referencias a acontecimientos históricos muy lejos en el tiempo, que nacen con el propósito de celebrar o relatar las hazañas de los emperadores que habían promovido el desarrollo de la sociedad romana. ¿Por qué estos monumentos se mencionan juntos?
El Arco de Constantino, como su nombre indica, está relacionado con el emperador del siglo IV que dió impulso a la religión cristiana en Occidente. En esta época, el clima social es muy tenso y culmina en la batalla del Puente Milvio. El Arco de Constantino se eleva precisamente para comunicar y celebrar los acontecimientos de los c eluales protagonista es el emperador. Para crearlo, este emperador mira a las glorias del pasado y al emperador Trajano, que fue un gran promotor de la expanción romana en Dacia, en la parte oriental del Imperio. Por lo tanto, algunos relieves que están presentes en la columna de Trajano se toman como modelo para el Arco de Constantino.
Vamos a ver algunos detalles más. La Columna de Trajano se inauguró en el 113 d.C. y presenta un largo friso en forma de espiral que se enrolla alrededor de la superficie de la columna, formada por diecinueve bloques de mármol. Como se mencionó anteriormente, el tema del monumento es la celebración de las victorias del emperador en Dacia (101-106) y po lo tanto de sus campañas militares. La narración es muy animada, la figura de Trajano es representada sesenta veces. Se representan episodios de viaje, momentos cruciales de las batallas, ceremonias y legaciones.
Todas estas escenas se encuentran en entornos realistas y naturales, bien representados, lo que sugiere que existieran fuentes escritas o relatos precisos utilizados como modelo para su construcción. En cuanto al autor, los relieves son generalmente conectados al «Maestro de la Columna de Trajano», una personalidad artística, sin duda importante en el ámbito de la vida oficial del Imperio, buen conocedor del arte helenístico.
El Arco de Constantino en cambio es un arco de triunfo de 21 metros de altura, con tres arcos (o tres aperturas), que está a pocos pasos del Coliseo. El arco fue construido por orden del Senado Romano para celebrar y conmemorar la victoria de Constantino contra Majencio. Se trata de la famosa batalla del Puente Milvio que tuvo lugar en el año 312.
La estructura es de mármol y la decoración presenta varios relieves que narran los episodios más destacados relacionados con la vida de los emperadores anteriores, del siglo II, por los que Constantino fue inspirado: Marco Aurelio, Trajano y Adriano. Precisamente el siglo II es visto como el siglo feliz de la civilización romana, de los cuales, estos emperadores son el símbolo.
El arco presenta un friso particular, el gran friso de Trajano, tallado y originalmente colocado en el Foro de Trajano. El tema que se representa es el de las azañas del emperador y de su triunfo contra los Dacios. La narración se relaciona estrechamente a la de la columna de Trajano, antes citada. Varios estudiosos han sugerido que estos relieves son el resultado del mismo maestro, pero a pesar de ser muy similar, estas obras tienen un estilo diferente: la columna de Trajano cuenta con una finalidad documental, mientras que el arco es más de celebración. El arco tiene de hecho una extraordinaria riqueza de detalles y temas aunque la realización sea muy similar a la de la columna.